martes, 17 de octubre de 2017

Crucero Islas Griegas Etapa II: Chania y Rodas

Día 4: Chania

A las 08:00 está prevista la llegada del crucero a la isla de Creta, concretamente a la ciudad de Chania.

Chania no es una ciudad grande, así que nos levantamos para llegar a desayunar los 6 juntos a las 8.30 en el restaurante del barco.

Con las tripas llenas, recogemos las cosas y nos disponemos a salir del barco, sin ningún problema o aglomeración. Justo en la salida del barco están esperando los autobuses locales que llevan al centro de la ciudad por 1,70 euros por persona. El recorrido en autobus es algo más largo de lo que pensabamos, unos 20 minutos.

Nos bajamos en un parquecito muy cerca del mercado de Chania, que nos sirve de referencia para nuestro recorrido.

Chania es una ciudad con callejuelas estrechas con muchas tiendas y flores, con un estilo completamente diferente al de Mykonos. 

Atravesamos el mercado que es muy colorido, y entretenido de ver y llegamos a una de las calles principales llena de tiendas de souvenirs.







La idea es callejear hasta llegar al puerto, así que giramos a la izquierda con la intención de hacer un barrido del mapa de izquierda a derecha. Así, llegamos al mar. 








 


Paseamos por el puerto e intentamos llegar al faro pero no podemos por la sillita de Dani, ya que el camino tiene subidas y bajadas de escalera y varias zonas muy estrechas.



Nos llama la atención un barco-submarino, que permite ir viendo el fondo con la promesa de ver tortugas submarinas, así que optamos por probar Juan Luis, Juanlu y yo, mientras Puri, Dani  y Blanca toman algo en una terracita cerca del borde del mar. 

El barco es curioso, marea un poco, pero ciertamente vemos un par de tortugas sin ni siquiera salir del puerto. Resulta sorprendente. 



Al bajar, tras un trayecto de poco más de media hora (más que suficiente), nos juntamos con el resto del equipo y decidimos comer algo en esa terraza ya que prevemos no volver muy pronto al barco para aprovechar. Pedimos una fuente de pescado frito que está francamente buena para quitar un poco la gula, junto con unas verduras a la plancha. 


A continuación seguimos con la marcha, callejeando y perdiéndonos un poco y sin prisa de vuelta al autobús, y vemos alguna ruina por el camino.


Ya en el barco toca siestecita y descanso, y bañito en la pisci antes de cenar, y hacer vida en el barco. Hoy toca cena tropical, y después, espectáculo de música y danza que dani disfruta bastante. Con este chico da gusto, todo lo disfruta!
 
 


 


Día 5: Rodas

A las 09:00 atraca el barco en Rodas, una ciudad medieval que se conserva de una forma maravillosa, declarada "patrimonio de la humanidad" por la UNESCO.


Desayunamos todos juntos, antes de salir hacia la ciudad. 
En Rodas, sales del puerto y a pocos metros está el arco por donde se entra a la muralla, por lo que nada de excursión organizada tampoco aquí. 



Ya desde el barco se ven las murallas de la ciudad que se encuentran en perfecto estado de conservación.



Frente al puerto se encuentra la Puerta de la Marina, flanqueada por dos torres y decorada con la flor de Lis, sobre el escudo de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén que construyeron las murallas de la ciudad.

 
Se cruza la puerta y encuentras la ciudad con sus callejas estrechas y empedradas, repletas de casas y palacios de piedra, arcos, torres medievales, minaretes, mezquitas, edificios bizantinos y antiguos templos. Así que nos ponemos a andar poniendo como objetivo llegar a una torre en la que nos han dicho que tendremos buenas vistas de la ciudad.

Para ello, al entrar giramos a la derecha, y nos dirigimos a la zona que más restos de la epoca medieval juntos tiene según el mapa, y de ahí, tomamos una de sus calles, con edificios mediavales a ambos lados hacia arriba.








Llegamos a la torre con vistas de la ciudad, cuya entrada de 5 euros incluye refresco después en una terraza. La entrada merece la pena por las vistas, pero el refresco/cerveza siempre sienta bien, y más en días de calor.





Las zonas más turísticas y comerciales son la plaza Hipócrates (Ipokratous) y la calle Sócrates (Sokratous) y están llenas de tiendas de recuerdos, joyerías, anticuarios, peleterías, terrazas, tabernas y restaurantes, y por tanto, para nosotros, las calles a evitar, aunque es casi imposible.



A continuación salimos de la parte amurallada para acercarnos hasta donde estaba el Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la antigüedad,  en la bocana del puerto antiguo de Rodas («Mandraki»). Actualmente, en el lugar donde se encontraba el Coloso hay dos columnas coronadas por la figura de un ciervo.





 
 
Con los deberes turísticos hechos, mucho calor y hambre, volvemos al barco a comer.


Por la tarde, Juanlu, Dani y yo salimos de nuevo para hacer un rato de playa mientras el resto descansa. Estamos muy tranquilitos en una playa muy cerca del barco.





A las 19:00, salimos hacia Patmos, y nosotros hacia el restaurante a cenar. Después vamos al espectáculo de las pompas, que nos gusta mucho a todos, incluido a Dani. 



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